Tengo una cierta tendencia a fijarme en personas con quienes sé que la relación es imposible. Este rasgo estaba especialmente marcado cuando era adolescente: de alguna manera, terminaba fijándome en alguien out of my league. Invariablemente.

Y cuando alguien era posible, me echaba para atrás mejor, prefería que se quedara en la esfera platónica. Vivía convencida de que lo interesante era la conquista, y después de eso perdía el interés… bastante como Dom Juan. Pensaba muy seguido: “Después de lograr la conquista, la gente se duerme en sus laureles”.

En mi incansable afición por los imposibles, me di a la tarea de stalkear a uno en particular. Una vez tuve oportunidad de chatear con él, y le pregunté por qué en su messenger tenía puesto como mensaje personalizado Rufio. Me explicó que él tocaba la batería y le parecía que esa banda tenía un gran baterista, por lo cual era de sus agrupaciones preferidas. Me apresuré a bajar canciones de Rufio y así fue como conocí a esa banda, la cual en efecto era increíble y me acompañó varios años de mi adolescencia.


Del disco Perhaps, I Suppose (2000), Above Me es la canción del día.